El valor de compartir un café

Conversar sobre lo que hicimos el fin de semana mientras se espera un turno para usar el microondas, sentarse en la cafetería junto a los compañeros y comentar un capítulo de la serie de moda o compartir un café mientras se camina por el pasillo o debajo de un árbol en la hora de descanso, son acciones tan frecuentes en la oficina que le vamos restando importancia. Y es que el día a día tiene el devastador poder de arrebatarnos la capacidad de asombro y gratitud.

Hoy muchos podemos concluir que si hay un gesto cotidiano asociado a la jornada laboral que realmente extrañamos por la distancia física que ha impuesto el coronavirus, es el de mantener esas cortas conversaciones que surgen de forma espontánea y que tienen más implicaciones emocionales de las que imaginamos.

Una inversión

Pudiera ser fácil pensar que esos mini encuentros son una pérdida de tiempo, sin embargo, pueden llegar a tener una incidencia importante en las formas interdepartamentales de apoyo.  Según leí en un artículo en el blog de Jamie Terran, experta en desarrollo profesional, existe un concepto denominado ‘sintonía’, que se refiere a cómo las relaciones interpersonales logran mejorar increíblemente la dinámica de trabajo en equipo porque los colaboradores se van identificando entre sí y creando empatía laboral.

Precaución

Sin duda no hay nada más grato que trabajar al lado de personas amables, con quienes se tiene un tema que compartir más allá del contexto corporativo. Cuando construimos  relaciones resulta más fácil recordar, en un momento especifico, que todos somos seres humanos, perdonar las equivocaciones, comprender situaciones y motivar la mejora de los procesos. Pero ante todo este panorama que se visualiza como perfecto, lo recomendable, según Terran, es cuidar esas interacciones sociales de manera que no se generen afinidades personales que luego sean más valoradas que las aptitudes profesionales lastimando la productividad.

Tiempo de cuidarnos

Evidentemente no todo el mundo reacciona igual. Muchos no extrañan estos encuentros, dependerá de la personalidad individual. En lo que sí todos debemos coincidir es en la importancia de cuidarnos y cuidar a nuestros compañeros para frenar la pandemia. Cumplir con las normas de higiene y distanciamiento físico recomendadas y  promover la cordialidad y el respeto. Ahora es vital que cada uno de nosotros asuma el reto de no transitar innecesariamente por la empresa a la cual pertenecemos. Vamos a intentar concentrarnos en un área. Lo confieso, me hace falta compartir el café, pero estoy confiada en que pronto volveremos a juntarnos.