La vestimenta como herramienta estratégica

Comunicación. En un mundo cada vez más competitivo la vestimenta se ha convertido en una herramienta para potenciar el éxito profesional.

Desde que el presidente Luis Abinader comenzó a anunciar los nombres de quienes lo acompañarían en su gabinete, la atención de la ciudadanía se volcó hacia cada uno de los elegidos. Sobre todo a las mujeres, que aunque aún sigue siendo tímida su designación en instituciones de toma de poder, poco a poco han ido demostrando su capacidad para ocupar posiciones relevantes.

Tres dirigen carteras ministeriales: Carmen Heredia, en Cultura; Mayra Jiménez, en Mujeres; y Kimberly Taveras, al frente de Juventud. Siete en viceministerios, cinco directoras, una embajadora y 31 gobernadoras. Además de la vicepresidente, Raquel Peña.

Aunque la imagen es igual de significativa para los caballeros y las damas, es la mujer más vulnerable a los desaciertos de la moda. Hoy en día las redes sociales han contribuido para que se convierta en una herramienta estratégica de comunicación y se han establecido nuevos paradigmas en el escenario político. La puesta en escena tiene que ser tratada en su conjunto para lograr transmitir un mensaje creíble y auténtico, en coherencia con el contenido del discurso.

Consultamos dos expertos en el tema, quienes coinciden al resaltar la importancia de que las funcionarias cultiven la proyección de una imagen propia, que las defina tal como son y no por el atuendo que llevan.

La consultora Laura Villamán considera que en el código de vestimenta de una mujer que representa el Estado debe primar la sobriedad en todo momento. “Preferible texturas lisas, colores claros u oscuros, según la hora del evento, son asociados a la responsabilidad. Es prudente evitar los tonos neón. En referencia a la silueta nunca debe estar demasiado ajustada y las piezas deben ser elegidas según el tipo de cuerpo”.

El estilista Carlos Clander enfatiza que las funcionarias deben distinguirse de una reina de belleza. “En política todo comunica y la imagen debe ser aliada de la posición que ocupa. El tipo de calzado, un boche, un pañuelo o el corte de pelo, son elementos que conforman el lenguaje no verbal que representa un porciento importante del éxito de una figura política”.

El experto sugiere utilizar tonos cálidos o frescos a depender de la hora, lugar y el objetivo de reunión. “Los colores son importantes porque crean diferentes percepciones e influyen en el estado de ánimo”.

Claves de éxito

Clander enfatiza que para asistir a actos gubernamentales no es prudente el uso de encajes, porque este tejido evoca un aire más festivo y hasta sensual.  “Sin importar el tipo de encuentro, cuidado con los escotes pronunciados y transparencias porque pueden enviar un mensaje no deseado. El largo de la falda siempre debe ser a la rodilla y zapatos cerrados para más formalidad. Menos siempre será mas, prefiero accesorios discretos, pero de buena calidad”.

El especialista en moda sostiene que la vestimenta debe resaltar la capacidad de la mujer, nunca sus atributos físicos o su posibilidad de adquirir prendas costosas. “Al contrario, desde su posición debe hacer gala de buen gusto y buena administración”.