Luis Felipe Aquino: el maestro de las ferias turísticas

Luis Felipe Aquino llegó a España cargado de sueños y con la decisión de hacerse médico pediatra, pero nunca imaginó que el oficio que realizaba para cubrir parte de sus estudios le haría descubrir una pasión que, tiempo después, convertiría su nombre en uno de los propulsores del turismo nacional dominicano.

En 1972 inició su trabajo en un restaurante de España como ayudante de camarería, donde rápidamente fue ascendido a camarero. Por su entrega y calidez en el servicio, a los seis meses era capitán y poco antes del año era gerente.

Poco tiempo después fue contratado como recepcionista en el hotel en Playa Victoria, donde también fue reconocido por su trato afable a los clientes… Así fue escalando hasta convertirse en subgerente del hotel. Estas experiencias le conquistaron al punto de que cambió la carrea de medicina por la hotelería y el turismo.

“La actitud es más importante que el conocimiento…quien quiere llegar, a parte del esfuerzo debe ponerle visión, pasión e interés a todo lo que haga”, dice Don Luis, quien, mientras cursaba un postgrado, se destacó como uno de los tres líderes de la clase. Un dato curioso es que esa promoción fue llamada “Aquino Burgoa”, por ser esos los apellidos de los dos compañeros más destacados de la clase.

Esto sirvió para que el gobierno de Bolivia le ofreciera trabajar como asesor de marketing y promoción turística. En ese país, impartió cátedras de turismo durante tres años.

Primer técnico graduado de turismo

Luis Felipe Aquino regresó en 1981, a República Dominicana siendo el primer técnico graduado de turismo en el país. Hasta 1982 dividía su tiempo dictar conferencias en Santo Domingo, y entre Cayo Levantado -realizando un estudio diagnóstico para la Corporación de Hoteles en el Hotel Cayacoa, del cual se convirtió en gerente-.

En 1982, fue nombrado director de la Oficina de Turismo en Puerto Rico, trayendo unos cinco vuelos chárteres desde la vecina isla a recorrer Santo Domingo. Fue el propulsor de la activación del mercado europeo, trayendo en un año a República Dominicana, más de 185 tour operadores del viejo continente.

Gracias a su compromiso y exitosa labor, en 1986 recibió un telegrama en el que se le informaba su designación como sub secretario de Turismo.

En el país, inició la conformación de ADAVIT reformulando el plan de estudio de Tráfico Aéreo, siendo más tarde presidente de esa asociación. La universidad Unirhemos le solicitó hacer el plan de estudios de la carrera de Hotelería y Turismo, el cual fue aprobado, y posteriormente se convirtió en director de la carrera de Hotelería y Turismo en la universidad O&M, y creador de la carrera en Santiago -donde se desplazaba tres veces por semana-, y luego impartió docencia en la Universidad PUCMM.  

Sus clases eran interactivas, es decir, que los estudiantes debían conceptualizar, analizar, comprender y aplicar sus conocimientos. Además, impartió docencia en la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD).

Mediante un concurso, ganó el puesto de Decano de la Universidad APEC, labor que desarrolló por más de 20 años. En esta ejecutó un programa piloto para la formación dual para la Policía de Turismo, logrando cien egresados.

Hoy por hoy, recomienda a los estudiantes de turismo, y de cualquier otra carrera “que descubran su verdadera pasión y trabajen en ello buscando siempre dar la milla extra. Para cualquier área, lo más importante es la vocación. Hay que dejar que el propio ser humano desarrolle su inclinación natural. Debe hacer lo que le gusta, hacerlo bien, pero hacerlo mirando más allá, con alma y corazón, buscando siempre ese elemento diferenciador…”

Don Luis Felipe Aquino es pionero en República Dominicana en la creación de ferias turísticas, muestra de ello es la Bolsa Turística del Caribe (BTC), que este año celebra sus ‘Bodas de Plata’ impulsando el turismo desde la promoción e intercambio comercial.

“Estos 25 años de la BTC ha implicado muchos sacrificios, pero también muchas satisfacciones. Promover la ciudad de Santo Domingo como un destino cultural y único, ha sido de los mayores aportes…Ahora la ciudad se vende en combinación como multi destinos con cultura, monumentos, montaña, playa y otros atractivos. Y eso ha sido un importante logro de la BTC”.

Un ser humano hogareño

Luis Felipe Aquino es un hombre hogareño, que le encanta compartir con su familia integrada por su esposa Luisa, sus cinco hijos y 11 nietos con quienes disfruta jugar, tirarse en el suelo y convertirse en un niño más junto a ellos.

Se declara apasionado de la música, “porque produce en mí una sensación de liberación… de relajación”.

Escucha música culta, pero con colores alegres y canciones de antaño. Entre sus intérpretes preferidos destaca a Enya (cantautora irlandesa); Yanni (pianista y compositor griego) y Estela Raval (cantante argentina) y también escucha toda clase de música romántica.

Ama la lectura, sobre todo en temas turísticos. Hasta hace unos años poseía una de las bibliotecas de turismo más completas del país y disfruta el pasatiempo de la pintura; de manera autodidacta pinta palmeras psicodélicas.  Cree en República Dominicana y es un ferviente promotor de todas sus bellezas y riquezas culturales, confiesa que entre sus lugares preferidos está Constanza.

“Escuchar el sonido del silencio, esa rica temperatura… Ver las plantaciones de fresas, coliflor, las flores…disfrutar la visita de ese hermoso valle, es algo que refresca hasta el alma, que rejuvenece”, y al relatarlo su rostro se transforma en un niño que recrea alguna de sus inolvidables aventuras.

(Redacción Santa de la Cruz)