Para una reunión de trabajo, ¿cómo debo vestir?

Me pasa más seguido de lo que imaginas, para una reunión con el equipo gerencial, con un cliente o al momento de hacer una entrevista a alguna personalidad, la pregunta ¿qué me pongo? llega a mi mente.

Y aunque parece fácil no siempre resulta sencillo lucir cómoda, segura y en contexto con la esencia del encuentro. Por suerte, con los años se va aprendiendo y los errores cada día son menos.

Aquí comparto algunas sugerencias que me han funcionado, porque para sobrevivir en el competitivo mundo corporativo hay algunas reglas a tener en cuenta. La edad y el tipo de profesión son elementos a considerar, pero la pauta básica es que la vestimenta quede tan ajustada que confirme que eres una mujer, pero tan holgada que nadie dude de que eres una dama.

Lo primero es identificar la naturaleza de la reunión. Para una cita con un cliente o futuro colaborador laboral, una entrevista de trabajo o un encuentro empresarial, lo ideal es un traje satre. Un buen consejo es observar cómo se visten las mujeres del sector al que te integraras.

Toma en cuenta si el lugar donde vas tiene parqueo o tendrás que caminar una larga distancia, en ese caso la vestimenta debe ser fresca y desahogada. El clima del Caribe es indolente, verifica que no se marquen las gotas de sudor.  Si sabes que tus manos sudan fácilmente, puedes colocar un poco de talco antes de la reunión.

Ante todo, la vestimenta debe ser cómoda. Que no se note la ropa interior, que los botones cierren completamente.  Los accesorios deben ser discretos, nada que haga ruido cuando te muevas. Ten a mano una libreta y bolígrafo de calidad y en colores neutros. Estos pequeños detalles pueden afianzar o boicotear tu seguridad.

Elige un pantalón de corte recto porque aporta elegancia y sobriedad. Si es en forma de tubo o capri, cuida que sea el que se adapte a tu tipo de cuerpo. Dependiendo el oficio son aceptados los jeans, siempre azul marino o negros, eso sí, los rotos, desteñidos y de mala calidad mejor dejarlos en el armario para evitar dar una impresión de descuido o que no le dimos importancia al encuentro.

Si prefieres falda, la regla es siempre a la rodilla o por debajo. La falda negra es un elemento esencial del armario ejecutivo. Si no te gusta lucir las piernas, ¡no pasa nada! También es posible ser femenina en pantalones.

En referencia a los colores, los tonos neutros son la apuesta que no falla: negro, beige, azul marino, gris. Si eliges falda o pantalones con estampados que sean sobrios, como las formas geométricas o lunares.  Evita colores neón, flores llamativas, transparencias o cualquier textura que te aleje de la formalidad.

El blazer. La tendencia moderna permite que no necesariamente debe combinar con el pantalón. Asegúrate de que el largo sea el más beneficioso para tu silueta.

La blusa blanca sigue siendo la reina del mundo corporativo. Una buena inversión es tener de varios diseños. Eso sí, siempre impecablemente planchada y es preferible que no tenga adornos de imitación como perlas o diamantes, estos elementos les resta calidad y elegancia.

Zapatos. Ya lo hemos dicho antes, siempre cerrados y de una altura manejable. Preferible los negros o nude, pero dependerá de tu profesión, algunas dosis de color también son aceptadas.

Lo más importante es que llegues con una buena actitud, una sonrisa, cortesía al saludar, posición relajada. Si estás bien vestida, pero tu actitud es inadecuada, en este factor se enfocará el interlocutor. Y recuerda que la vestimenta solo es la envoltura del regalo, lo más importante es que te sientas segura de tus capacidades.

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