María Moñito creció… su compromiso también
Si mal no recuerdo rondaba los 10 años cuando el programa de televisión infantil María Moñito era el favorito de todos en mi escuela. Ella, una niña morena, detalle poco usual en la pantalla de ese tiempo, inspiraba con sus canciones educativas y no se avergonzaba de su pelo rizo. “Te quiero un paquetón” era el himno del recreo y de las fiestas de cumpleaños, y cuánto disfrutábamos tratando de imitar su baile. Por cierto, movimientos que para nada tenían relación con los ritmos de este tiempo.
Su popularidad era tan alta que varias veces llegué a la escuela con esos moños de colores, y aunque no me agradaba mucho la idea, lo cierto es que estaba según la tendencia de moda. ¡Fue una etapa hermosa!
Sin duda María Moñito marcó una etapa importante de muchos dominicanos. No lo sé a ciencia cierta, pero de seguro tuvo que derribar muchos mitos y barreras para poder mantenerse en un mundo tan competitivo. Ahora pienso que quizá no fue casualidad, Dios tenía sus planes y Paula Disla, la protagonista detrás del personaje, debe volver a demoler muros, esta vez no solo para educar y entretener, su compromiso es proteger a la niñez desde su función como presidente ejecutiva del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani).
No había tenido la oportunidad de conocerla hasta que fue invitada al Encuentro con L2, un espacio de Listín Diario diseñado para proyectar la esencia humana detrás de las posiciones. Hablar con ella un par de horas fue suficiente para comprobar la humildad que resguarda su alma. Paula sigue reflejando las fortalezas de su personaje.
Llegó sin poses, sencilla y auténtica. Me encantó escucharla plantear su propuesta de gestión sin ningún tecnicismo, cercana, amena y con un excelente manejo del tema y todas sus aristas.
Paula Dila está preparada profesionalmente para el cargo y su sensibilidad artística la acompaña. Ella sabe de las necesidades emocionales de los niños y se ha comprometido a devolver a Conani la credibilidad y el respeto que antes tuvo. Su seguridad no deja espacio a la duda y el brillo de sus ojos confirma la pasión que le brota por los poros.
Desde aquí nuestros sinceros deseos de éxito para Paula y su equipo, en esta nueva puesta en escena donde los niños son los verdaderos protagonistas, y para quienes queremos un final feliz.