Sandra Bullock: “Solo quiero estar en casa…”
“No quiero estar en deuda con el horario de nadie más que el mío. Estoy tan ‘quemada’. Estoy tan cansada y no soy capaz de tomar decisiones saludables e inteligentes y lo sé”, con estas palabras la actriz Sandra Bullock anunció su retiro temporal de la actuación, pero no dijo fecha estimada de regreso.
De 57 años, ganadora de un Oscar en el 2010 confesó en una entrevista que padece el Síndrome de Burnout.
Según la publicación Forbes, Bullock fue la actriz mejor pagada en 2010 y 2013 con unas ganancias calculadas en 56 millones de dólares y 38 millones de Euros respectivamente.
La también directora y productora de cine y televisión dijo sentirse agradecida por las oportunidades laborales que se la han presentado en varias décadas, lo que le ha permitido consolidar una carrera estable y reconocida públicamente; sin embargo, al parecer, en su vida personal es todo lo contrario.
“El trabajo siempre ha sido constante para mí y he tenido mucha suerte, pero me di cuenta de que posiblemente se estaba convirtiendo en mi muleta. Era como abrir una nevera todo el tiempo y buscar algo que nunca estuvo ahí”.
Sandra Bullock
Sandra Bullock es conocida por su participación en películas como Speed, Miss Congeniality, The Proposal, Gravity, Ocean’s y The Blind Side, por la que fue galardonada con el Óscar a la mejor actriz, el Globo de Oro a la mejor actriz en drama, el Premio del Sindicato de Actores a la mejor actriz protagonista y el Premio de la Crítica Cinematográfica a la mejor actriz.
Sin duda, una alerta a la importancia de cuidar la salud mental, nuestro entorno y priorizar la tranquilidad emocional.
¿Qué es el Burnout?
También llamado síndrome de desgaste profesional, es la respuesta que da una persona cuando percibe la diferencia existente entre sus propios ideales y la realidad de su vida laboral.
Es un proceso en el que progresivamente el trabajador sufre una pérdida del interés por sus tareas y va desarrollando una reacción psicológica negativa hacia su ocupación laboral.
Generalmente presente en las profesiones de ayuda y de interrelación social frecuente.
Popularmente conocido como «síndrome de estar quemado». No es estrés laboral, es una forma inadecuada de responder ante el mismo presentando una serie de conductas y sentimientos negativos hacia la gente con la que se tiene contacto a diario.
Algunos síntomas:
Agotamiento emocional. Pérdida de energía. Ansiedad.
Actitud de indiferencia y desapego, reduciendo claramente su compromiso hacia el trabajo, compañeros y clientes.
Disminuye la productividad laboral, desmotivación que genera frustración y evidencia una ausencia de realización personal en el trabajo. Se registra falta de atención hacia las tareas, olvidos frecuentes y una desidia generalizada que nace de la dificultad para concentrarse.
Todo ello forma parte de un círculo vicioso que genera sufrimiento, ya que la incapacidad de cumplir con el trabajo, concentrarse, gestionar sus actividades, etc., no deja avanzar en la cada vez mayor «cantidad de tareas pendientes».
(Fuente Kirsi Ahola, Instituto Finlandés de Salud Ocupacional)