Termina la cuarentena con un rostro joven y sano
Son días extraños. Nunca antes tuvimos tanto tiempo para dejar descansar el rostro de la obstrucción por maquillaje, la contaminación del ambiente o los efectos de los rayos ultravioletas. Pero la piel no solo se deteriora por abuso de estos factores, el estrés y los cambios de estado de ánimo que genera el encierro, además de la continua exposición al alcohol y jabón para protegernos del coronavirus, pueden provocar deshidratación en manos y rostro.
Para conocer cómo remediarlo, consultamos a la doctora Erika Barroso, especialista en Medina Estética y Antienvejecimiento. “La cuarentena ha sido un evento inesperado. Esta situación provoca emociones relacionadas con el temor al contagio, el confinamiento y la incertidumbre económica, afectando negativamente los sistemas fisiológicos del cuerpo”, explica.
La experta sostiene que en este contexto la ansiedad y el estrés se convierten en una especie de detonante. “Un sistema neurotransmisor en el cerebro, específicamente el hipotálamo recibe el estímulo de amenaza y activa una cascada de eventos fisiológicos que terminan en la estimulación de la glándula suprarrenal para secretar mayor cantidad de cortisol, hormona que actúa de manera positiva en diferentes mecanismos de regulación del cuerpo en niveles normales”.
“Pero este aumento del cortisol – agrega Barroso – acelera el envejecimiento celular y afecta la funcionabilidad de la célula, lo que provoca alteraciones como la disminución en la síntesis de colágeno y elastina, destrucción de ácido hialurónico o disminución de la circulación sanguínea, ocasionando deshidratación, resequedad, enrojecimiento, aumento de la secreción de grasa, e incluso activación de diferentes afecciones dermatológicas como herpes, rosácea, psoriasis, dermatitis o acné”.
Buenas noticias
“Independientemente del tipo de piel (seca, mixta o grasa) el daño provocado por el estrés y el cortisol afecta su capacidad de hidratación y puede provocar enrojecimiento, tirantez, descamación excesiva o picor. Para remediarlo, lo mejor es incluir en el ritual de cuidado personal cosméticos con emolientes que reblandecen el contenido graso de la dermis, como glicerina, vaselina, siliconas y aceites; humectantes que ayuden a la córnea a captar agua del exterior, como urea, ácido láctico, glicerol y los alfa hidroxiácidos; oclusivos que impiden la evaporación del agua de la epidermis, como la vaselina, lanolina y siliconas; y antioxidantes como las vitaminas E y A”, dice la doctora.
La experta también sugiere el uso de protector solar, que muchos han abandonado durante los días de cuarentena.
Sabios consejos
Duerme entre siete y ocho horas. El sueño es imprescindible para el organismo, mientras dormimos la piel se regenera.
Limpia el rostro mañana y noche con un producto indicado a tu tipo de piel. Así las cremas penetran mejor.
Incorpora antioxidantes a la rutina diaria. El estrés oxidativo es el principal responsable del envejecimiento de la piel. Para combatirlo incorpora vitamina C, ácido ferúlico o resveratrol.
Cuida el contorno de ojos. Las ojeras, las bolsas y las arrugas entristecen la mirada.
Utiliza un exfoliante facial una vez a la semana para eliminar células muertas y renovar las capas superficiales de la piel.