el mensaje de Kim Kardashian
Nunca he sido admiradora de Kim Kardashian. Simplemente no me siento identificada. Como muchos supe de ella alrededor del año 2000, cuando comenzó a aparecer en las portadas de algunas revistas dedicadas a la socialité en calidad de amiga de Paris Hilton. Su popularidad creció cuando estrenó junto a su familia un programa de telerrealidad a raíz de la difusión de una película pornográfica que había grabado junto a su entonces pareja, el cantante Ray-J.
Desde entonces el nombre de Kim Kardashian no es ajeno para nadie, o por lo menos para millones de personas en el mundo, situación que sabiamente ella ha sabido aprovechar para rentabilizarlo al asociarlo a una gran variedad de fragancias y accesorios.
Met Gala
Luego de una pausa por la pandemia, el Museo Metropolitano de Arte en la ciudad de Nueva York se preparó para recibir a los invitados al Met Gala, en esta ocasión con la temática ‘In America: A Lexicon of Fashion’. Por supuesto que Kim estaba invitada y no se perdería la oportunidad de acaparar la atención. Lo extraño fue que, acostumbrada a llevar estilismos exóticos, atrevidos y despampanantes, esta vez la empresaria se convirtió en ‘trending topic’ por llegar completamente tapada, con un ´total black´, diseñado por Demna Gvasalia.
Sin duda logró lo que buscaba, ser el centro de atención, aunque también fue protagonista de una serie de comentarios y memes en las redes sociales, algo que dudo le importe.
Marca personal
A pesar de la poca empatía que tengo con la modelo estadounidense, es justo reconocer que, si alguien sabe sacar provecho a las ventajas de tener definida una marca personal, esa es ella. A través de cada una de sus apariciones ha dejado su silueta en la memoria de quienes la siguen. La mejor prueba está en que no fue necesario mostrar nada de piel, ni siquiera en el rostro, para ser reconocida al primer paso en la alfombra roja. Eso sí es posicionamiento.
El mensaje
Sabiendo lo astuta que es Kim, de seguro su paso por el Met Gala guarda implícito un mensaje. Muchos piensan que quizá a raíz de la pandemia ella quiere significar que “lo importante no está en lo que una lleva puesto, sino el interior”.
Otra de las suposiciones es que la actriz podría estar haciendo referencia al sufrimiento de las mujeres afganas y la crisis política y social que atraviesa el país. De ser así, se ganó mi aplauso por prestar el poder de su imagen para un llamado a la reflexión. Mientras ese dato se confirma, me gustaría saber la relación entre su vestuario y la moda americana, que era el tema de la gala, y esa parte no pude entenderla…