Bad Bunny: Feo pa’ la foto
De la fuerte popularidad de Bad Bunny me enteré hace poco. Sí, soy honesta, no soy de la generación que prefiere este tipo de género musical tan aplaudido por los jóvenes.
Así, que cuando mi hijo de 17 años intentó sobornarme para que le concediera un ‘adelanto’ de todos sus regalos por cumpleaños a cambio de una boleta en front stage, para su concierto Estadio Olímpico Félix Sánchez, me sorprendí. Más aun cuando me dijo que costaba más de 30 mil pesos. Sin olvidar que a pocas horas de estar disponibles para la venta, ya estaban agotadas.
¡Fantástico!, – pensé- , ¡Qué buen negocio es la música!, pero solo le pagaría ese monto si se tratara de un pase para una formación profesional. De manera que sin el más mínimo intento de complacer ese descabellado antojo, traté inútilmente de lograr que mi hijo reflexionara. No sé si lo entendió, de mi parte el caso quedó cerrado.
En esos días, quizá por la promoción del show, empecé a escuchar algunas de sus canciones y estuve atenta a la letra; como esperaba, nada de que sorprenderme, aunque no le pasaba lo mismo a más de la mitad de la población joven de este país que casi se enloquece por asistir al concierto.
Mientras tanto…
Ahora vuelvo a saber de Bad Bunny, aunque la noticia no es muy agradable. El cantante puertorriqueño lanzó al mar, aunque quedó en el pavimento, el teléfono celular de una de sus admiradoras, quien se había acercado para hacer una foto mientras él caminaba a la salida de un restaurante en Casa de Campo.
El video se hizo viral y ante las críticas el artista respondió con una grosería a través de su cuenta social. Comentario que luego borró.
Peligroso, muy peligroso
Al parecer, al cantante del éxito mundial “Tití me preguntó” se le han olvidado las normas de educación y cortesía que básicamente debería tener quien ocupa el lugar que hoy disfruta.
Qué rápido olvidó que gracias a las personas que consumen su música, asisten a sus conciertos y lo siguen en las redes sociales, en 2022 se convirtió en el artista más escuchado en Spotify a nivel mundial por tercer año consecutivo, y el cantante que mayor cantidad de dinero recaudó por conciertos en un año: con 373 millones de dólares, según Billboard Boxscore.
La fama trae consigo un precio. Los artistas deben saber que a medida que se hacen populares -y millonarios- su intimidad se puede ver afectada y eso siempre conlleva una pérdida de libertad para hacer algunas cosas de las que hacemos la gente común.
Hay que tener mucha inteligencia emocional –que nada tiene que ver con el talento- para entender que cuando vives del público, te debes a ese público que te respalda.
En la vida real
Si a Bad Bunny tanto le molesta que se acerquen para saludarlo o pedirle una foto, que piense cómo sería su vida -y su cuenta de banco- sin nadie que lo aplauda.
No olvides, Bad Bunny, que el público tiene el poder de crear reyes, pero también de destruirlos. No te caería mal recordar, de vez en cuando, de dónde vienes, tomar una dosis de agradecimiento por todo lo logrado, y de humildad para valorar a quienes te han llevado hasta el lugar que estás. ¡Digo yo!
La fama es parecida al humo de cada show, solo un efecto para que te sientas grande y poderoso, cuando bajas de la tarima las cosas son distintas.
Por lo pronto, cuánto me satisface no haber comprado esa boleta para el concierto.