Aisha Syed para festejar con Plan LEA
Conocí a la violinista Aisha Syed hace varios años, durante una entrevista en el espacio La Hora del Té, de Listín Diario, aunque ya había leído sobre sus logros en la música clásica. Para orgullo de los cibaeños, nació en Santiago de los Caballeros, y ha llegado a presentarse en los más importantes escenarios del mundo, acompañada de magistrales orquestas sinfónicas. Ella ha experimentado la sensación de ir poco a poco convirtiendo su sueño en realidad, y no ha desperdiciado ninguna oportunidad que le sume conocimiento.
Una mujer perseverante
Con tan solo once años Aisha se convirtió en la primera latina en ser aceptada en la escuela de niños prodigios Yehudi Menuhin School, en Inglaterra. Al verla tan exitosa y segura de sí misma, con su violín en las manos, pareciera imposible pensar que alguna vez ha enfrentado situaciones difíciles. Pero sí, detrás de cada uno de los reconocimientos que distinguen su talento, se esconden innumerables sacrificios. Ella confiesa que también ha vivido fracasos y rechazos, pero que su disciplina, perseverancia, y sobre todo, su confianza en Dios, le abren las puertas más oportunas.
Plan LEA
Para conmemorar su 30 aniversario, el programa Prensa Escuela de Listín Diario, Plan LEA, organizó la conferencia: “La vocación de mi vida. ¿Cómo la descubrí?”, a cargo de la virtuosa del violín. El encuentro tuvo como objetivo proporcionar herramientas a los jóvenes estudiantes para que puedan descubrir su pasión. ¡Misión cumplida! También los más adultos disfrutamos de un espacio testimonial ideal para cultivar valores, y fuimos testigos de la importancia del apoyo familiar para que nuestros hijos logren alcanzar sus metas. Con un lenguaje sencillo, notables dotes de humildad y una inquebrantable fe que le brotaba por los poros, Aisha Syed nos dijo que, descubrió su amor por la música en una etapa temprana de su infancia, en la que como toda niña, quería imitar a su hermana mayor, y su madre la apoyó.
Legado
Ella ama a Dios por sobre todas las cosas y no le avergu¨enza expresarlo, se regocija con ser embajadora de su Palabra. Los ejecutivos de Plan LEA no se equivocaron al elegirla como modelo para la juventud. Ella además, multiplica sus conocimientos a través de la Fundación Music for Life, que apoya a decenas de jóvenes que quieren desarrollarse en la música clásica. No fue una niña rica, su éxito es el resultado de su entrega y dedicación, pero también es justo reconocer la cuota de Carolina Castro, su madre, quien no conoce límites para motivar y cuidar a su hija.
¡Bravo por ella!