¿Cómo voy a saber si estás sonriendo?
Leí en un artículo sobre psicología y lenguaje no verbal que la sonrisa tiene un gran poder. Es capaz de generar un estado de confianza y empatía entre las personas y, aunque parezca extraño, puede mejorar la salud e incluso ayudarnos a prolongar la vida. Un gesto que además, ayuda a pensar en positivo. Es tan eficaz, que cuando se convierte en risa, según un estudio de Mayo Clinic, es la mejor medicina, porque permite a nuestro cuerpo producir sus propios analgésicos naturales y aliviar algunos dolores corporales. Y, por la liberación de endorfinas que desencadena, nos hace estar más felices y contagiar a todos a nuestro alrededor. Así que razones hay muchas para sonreír.
Un cambio
Ahora con la pandemia del Covid-19 estamos precisados a usar mascarilla para detener su propagación, lo que supone una barrera comunicativa para transmitir emociones e intenciones. La sonrisa que caracteriza el saludo del dominicano de repente quedó oculta. Pero no hay que preocuparse demasiado, aunque el rostro es importante a la hora de comunicarnos, disponemos de otros recursos que nos ayudan a hacernos entender y que estamos usando, o aprendiendo a usar, tras esta crisis. Por ejemplo, los gestos con las manos y la mirada. Por suerte la mascarilla no impide la expresión de los ojos que cumple sobre todo la función de mantener el contacto. Tampoco oculta el movimiento de las cejas o los gestos simbólicos de la cabeza.
Las precauciones de salud también dificultan la distancia y el tacto, otros recursos de la comunicación no verbal. En circunstancias normales, nos acercamos, saludamos y tocamos a nuestros interlocutores, dependiendo de la relación con ellos, o de nuestras preferencias personales. Los dominicanos somos expresivos por esencia, nos apoyamos en un amplio rango de señales que acompañan al lenguaje oral, por esto se hace tan difícil mantener la distancia y cohibirnos de un caluroso abrazo.
El presente
Ahora lo más importante es aprender a adaptarnos a la nueva realidad. Recordemos la importancia de usar la mascarilla en todo momento fuera del hogar. Muchas culturas se cubren parte del rostro y no dejan de comunicarse. La idea es que sigamos interactuando, pero que cada uno de nosotros asuma como prioridad el cumplimiento del protocolo establecido en la fase de reapertura de la actividad comercial. Fijemos la atención, por ejemplo, en los ojos de la persona con la que estamos hablando, una zona relevante del rostro para la percepción de emociones auténticas. Lo cita el refrán: “Los ojos son el espejo del alma”, quizá esta nueva forma de acercarnos nos motive a descubrir la magia que trasmite una mirada.