De periodista a periodista
Cada cinco de abril se festeja en República Dominicana el Día Nacional del Periodista. La fecha recuerda que un día como hoy, en 1821, bajo el gobierno de la España Boba, se dio a conocer el periódico ‘El Telégrafo Constitucional’, el primero en ser publicado en lo que hoy es el territorio nacional dominicano.
Este festejo también renueva el principio básico e innegociable de la profesión: El respeto a la verdad. Un pilar que muchas veces se tambalea ante la adrenalina de la ‘urgencia’ por publicar una información. Y al que yo le agrego como necesario en cualquier oficio, el respeto a la dignidad y al derecho ajeno.
Ser periodista es un sacerdocio de 24 horas al día por los siete días de la semana. No hay manera de dejar de lado este compromiso, y algunos días, a conveniencia, hacernos eco en las redes sociales de información sin confirmar, bajo la débil premisa de que ‘son nuestras redes’.
Tampoco hay justificación alguna para decidir hacer comentarios ofensivos, burlones, mal escritos o con la intención a tras fondo de querer opacar al autor cuando se detecta algún error, sea de forma o de fondo.
La imagen de un periodista en las redes sociales si cuenta en el contexto profesional y en un segundo puede verse afectada su credibilidad y el respeto.
Todos coincidimos en que las plataformas digitales son un tentador escenario para expresarnos, darnos a conocer, apoyar o contradecir algún planteamiento de un tema de actualidad.
Pero cuidado, las personas suelen hacerse un juicio sobre quien hace un comentario y la forma en que lo hace. No se trata de no expresar los pensamientos, por supuesto que tenemos derecho, me refiero a que, si decides opinar, procura ser prudente y respetuoso.
Evita los mensajes de fanatismo que pueden hacernos parecer radicales e inflexibles, y las discusiones absurdas. Ser ecuánime y mantener la cordura dará mejores beneficios.
Si no comentas, no pasa nada. Es más sabio invertir ese tiempo y energía haciendo nuestra propia publicación y defender el punto de vista desde una óptica estratégica enfocada a resaltar eso en lo que creemos.
A propósito, en estos días leí con tristeza como una excelente profesional del periodismo, a quien respeto y admiro, volcó su rabia contra algunas personas que comentaban en sus redes sociales planteamientos contrarios a una publicación que había realizado.
Recordemos la frase célebre del político mexicano Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, y nadie es mejor o peor ser humano solo porque piense diferente a nosotros.
Ser periodista es también aprender a convivir con los ideales ajenos, aunque no los aceptemos, oremos para que no se nos olvide. ¡Feliz día, colega!