Frida Kahlo en las páginas de Ritmo Platinum
Confieso que cuando fui invitada a formar parte del equipo que tenía la responsabilidad de investigar la vida y obra de la artista plástica mexicana Frida Kahlo, a quien fue dedicada la más reciente edición de la revista Ritmo Platinum, solo conocía de ella datos básicos.
Recordaba, vagamente, algunos pocos detalles de su juventud y sus amoríos. Y una que otra característica de su pintura que fue un tema tratado con poca profundidad en una clase de historia del arte.
Adentrarme a su esencia hasta descubrir lo inimaginable hasta ese momento, despertó en mí el interés de tratar de interpretar la fuerza interior que la mantuvo en pie por 47 años. Una vida impredecible, misteriosa, apasionada…
Una mujer diferente
De niña era más varonil que femenina y daba mucho de qué halar. Desde muy joven su vida estuvo marcada por el dolor y el sufrimiento, físico primero, emocional después. Una vida llena de altibajos, incertidumbre y, sin embargo, logró hacer de su producción pictórica un símbolo de auténtica liberación existencial.
Poseía una reservada belleza y una atractiva personalidad con la que logró conquistar a intelectuales de la época.
Intensa e irreverente, ardiente como el azul de la casa que la vio nacer y morir. Con un torrente de energía creativa, Frida tenía un don de liderazgo asombroso. Era intuitiva, sensible y perceptiva, cualidades que la ayudaron a triunfar en el arte.
Frida encontró consuelo en el pincel. Con él plasmó sus experiencias y sentimientos más íntimos e inmortalizó su talento.
Me quedo con lo mejor
Amó, amó y amó, con rabia, con pasión, con despecho y sufrimiento. Se enredó en relaciones desenfrenadas, sus biografías dan fe de que mantuvo relaciones con varias mujeres, algunas de ellas amantes también de su esposo Diego.
Supo lo que se siente al enterarse de las traiciones, de las mentiras, de las infidelidades. Decenas de veces intentó fallidamente ser madre, vivió en el exilio, y tuvo como mascotas a perros, loros, ciervos y monos. Una mujer fascinante, quien también amaba la gastronomía y estaba orgullosa de sus raíces mexicanas.
Culta y organizada, también fue profesora de arte. Frida Kahlo es el perfecto ejemplo de la fuerza de voluntad que puede desarrollar en su interior un ser humano para sobreponerse al dolor físico y del alma. Su vida es testimonio de que las crisis no son barreras suficientes para contener el ímpetu del espíritu de una mujer decidida. Ella construyó una grieta en la adversidad en la que logró hacer brillar el arte. Una mariposa solitaria que convirtió la pena en una travesía de colores… Con ese recuerdo me quedo.