Sexy y moderna al Palacio del Elíseo. ¿Habrá cambiado el protocolo en Francia?

Justin Bieber, uno de los cantantes jóvenes más famosos del mundo no deja duda de su talento para la música, lo que ha quedado un tanto confuso para muchos, es su conocimiento sobre protocolo y diplomacia.

Acompañado de su hermosa esposa, Hailey, fue recibido por la pareja presidencial de Francia, Emmanuel y Brigitte Macron, en el Palacio del Elíseo, a propósito de la conmemoración del Día de la Música en Francia.

La imagen del encuentro ha dado la vuelta al mundo. Ha sido el mismo Justin quien la hizo publica en su cuenta de Instagram. Su esposa, una joven modelo, lució preciosa. Eso es incuestionable: escogió un vestido con cuello halter de Laquan Smith que dejaba todo el abdomen al descubierto, con falda tipo lápiz y zapatillas invisibles de tacón. Bieber, un traje gris con zapatos deportivos. Emmanuel y Brigitte Macron vestidos de manera formal.

Entendemos que las estrellas del pop y los mandatarios tienen distintos estilos al momento de elegir el vestuario. Particularmente no le parece que lo que hicieron los Bieber fuera una falta de respeto como decenas de personas han comentado en la publicación, aunque debemos reconocer que es una imagen que sale de lo que estamos acostumbrados a ver en este tipo de reuniones.

Seguramente que el equipo de protocolo les envió las recomendaciones de etiqueta correspondiente: traje oscuro para él y falda por la rodilla o traje pantalón para ella. Bueno, no fueron tan lejos, a veces pasa.

Pero recordemos que ellos no son parte de una representación oficial de ningún Gobierno, tampoco fueron a hablar de temas políticos, lo que han hecho en este encuentro es aprovechar esa oportunidad para reforzar su marca de matrimonio joven, moderno, y amante a la tendencia.

A través de los años el protocolo ha sido flexible con las estrellas del espectáculo en sus encuentros con jefes de Estado. Michael Jackson, por ejemplo, siempre fue a ver a los Reagan vestido de Michael Jackson, igual que Elvis Presley cuando le estrechó la mano a Richard Nixon, se presentó tal como era.

Lo que yo cambiaria

En la imagen, los cuatro aparecen agarrándose por detrás en pose de colegio, o como si estuvieran en una fiesta de cumpleaños. Esa pose no proyecta elegancia. Aunque el propósito haya sido reflejar cordialidad todos sabemos que no existe entre ellos ese nivel de camaradería.

Pero como es bien sabido, en los escenarios diplomáticos nada es casualidad, toda acción obedece a una estrategia de comunicación. Así que no ponemos en duda que Macron debe estar satisfecho ya que lleva un tiempo inmerso en una táctica de diversificación mediática.

A finales de mayo, recibió en el Elíseo a dos famosos YouTubers franceses, McFly y Carlito, que rodaron un vídeo de 36 minutos en el palacio con distintos segmentos. En uno de los más vistos, Macron asiste en los jardines a un concierto de heavy metal del grupo Ultra Vomit haciendo una versión de una canción infantil.

Macron, que se enfrenta el año que viene a su reelección, seguramente logró su objetivo con esta fotografía y su popularidad debe haber aumentado en la demografía 18-24.

No todo es lo que parece.