St. Augustine sobre las ruedas de un Porsche

Para conmemorar el 75 aniversario de Porsche, la marca organizó un viaje de prensa para conocer St. Augustine, la metrópolis más antigua de los Estados Unidos.

Fundada por el explorador español Pedro Menéndez de Avilés en 1565, en varias ocasiones ha sufrido saqueos y conquistas. Sin embargo, entre sus calles empedradas, playas, arquitectura y monumentos coloniales, la amabilidad, buena actitud y la hospitalidad nunca pasan de moda.

Allí, una variada oferta gastronómica española y locaciones salpicadas de mística y lujo logran que el encanto del viejo mundo haga una simbiosis perfecta con las comodidades modernas.

¿Qué no puedes dejar de visitar?

El centro de la ciudad fluye entre dos pintorescas calles: Charlotte y Saint George. Solo para peatones son una plataforma para boutiques, restaurantes, galerías de arte y tiendas de regalos.

En la calle St. George se encuentra ubicada una vieja casona de madera, construida con cedro rojo y pino unidos mediante clavijas de madera y clavos hechos a mano.

Se trata de la ‘Oldest Wooden School’ que data de la década de 1780. Una iniciativa del carpintero y maestro griego Juan Genopoly, hoy convertida en un museo.

El Castillo de San Marcos, el fuerte europeo más antiguo que sigue de pie en los Estados Unidos. El monumento es una muralla en forma de estrella construida con coquina, una variedad de piedra caliza. En 1695, después de veintitrés años de arduo trabajo, la fortaleza quedó lista.

Cementerios históricos

La forma en la que recuerda a los difuntos es testimonio la historia y la cultura de un pueblo. Antes de la ocupación estadounidense, en St. Augustine los residentes eran predominantemente católicos y el único cementerio dentro de la ciudad, Tolomato, estaba reservado para ellos.

Reconociendo la necesidad de un cementerio protestante, se construyó Huguenot, justo en la puerta de la ciudad. Se cree que el cementerio alberga al menos 436 entierros según los registros. Aunque se llama Cementerio Huguenot, no se cree que contenga ningún miembro de los hugonotes, una secta protestante francesa que comenzó en el siglo XVI en Francia.

Es conocido como el ‘cementerio embrujado’ debido a los muchos eventos inexplicables y actividad paranormal registrada a lo largo de los años. Hoy, su recorrido es un interesante atractivo turístico.