Una ley de moda para RD, ¡por favor!
El Instituto de la Moda (InModaRD) arriba a sus primeros cinco años, y para celebrarlo, la directiva de entidad sin fines de lucro, que preside la diseñadora Isabel Reynoso, organizó un conversatorio con varios expertos en el tema, sobre los beneficios que traería a la industria textil local la promulgación de una Ley de Moda.
Reynoso, que no descansa en su afán de desarrollar acciones enfocadas a contribuir con la materialización de proyectos de emprendimiento, con este tipo de encuentros pretende hacer un llamado para que el Gobierno ofrezca un mayor apoyo a todo el sector y que se establezca una Ley que incentive la innovación, el apoyo y el impulso, para que la moda local logre posicionarse en el mercado como una marca país. Un negocio que según datos ofrecidos en la actividad, mueve billones de dólares al año.
La unión hace la fuerza
Gracias al trabajo tesonero y puntual del equipo de InModaRD, los sectores que componen la industria de la moda dominicana, en todas sus vertientes, se perciben más unidos y enfocados en un mismo objetivo. El panel, que también fue plataforma para celebrar el Día Nacional del Diseñado, y que fue moderado por Sócrates McKinney, fue concebido para presentar las necesidades del sector y permitió que los diseñadores y la representación empresarial expresara sus opiniones y preocupaciones con respecto al tema. Teniendo como un punto común que, aunque la moda facilita una cantidad inimaginable de empleos, existen notables desventajas competitivas por carecer de una ley que los proteja.
Jenny Polanco
En representación de los diseñadores habló Jenny Polanco. En un recorrido por su exitosa carrera profesional narró sus experiencias como creadora de una marca que se ha posicionado en el mercado nacional e internacional como fruto de un trabajo de 42 años. Ella conoce en detalle las necesidades de la industria para seguir creciendo, y con la experiencia que le otorga el tiempo destacó la falta de especialización de habilidades técnicas en distintas áreas. Este planteamiento fue secundado por otros profesionales de la sala, que como Leonel Lirio, resaltaron el daño que le hace a la moda nacional el denominado “fast fashion”, que es la venta de piezas que vienen del exterior, con precios escandalosamente económicos, porque no están obligados a cumplir con ciertos pagos arancelarios que son imprescindibles para los diseñadores nacionales.
Los aportes
De la necesidad de la ley o el apoyo a ciertas acciones que promuevan la moda local, no se llegó a ninguna conclusión. Sin embargo, quedó clara la necesidad de una transformación que permita que esta industria no se detenga. Y aunque existen muchos obstáculos, es justo reconocer que en estos cinco años, InModaRD ha marcado un camino firme con la presentación del primer diagnóstico general de la situación del sector, ofreciendo capacitaciones a más de dos mil personas, y desarrollando un programa de alfabetización digital a través de la cual decenas de microempresarios de moda, en alianza con el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), han logrado visualizar su arte como un negocio que le permite mejorar su calidad de vida. Sin duda la moda es una expresión cultural que fomenta nuestra identidad y que tiene un gran impacto social. Desde aquí aplaudimos cualquier iniciativa que beneficie este importa sector.