Algunas ‘cosas’ de payasos no causan risa

A pesar de las decenas de historias que, tristemente, a diario escuchamos sobre el abuso sexual en contra de menores, no dejó de sorprenderme  la confirmación del apresamiento de Kelvin Núñez, conocido con nombre artístico de Payaso Kanki, para iniciar un proceso de investigación con relación a supuestos actos en contra de niños y adolescentes, con los cuales se relacionaba en sus actividades artísticas de animación en televisión y en fiestas infantiles.

El popular personaje, conocido por su programa Kankimania, gozaba del aprecio de muchas personas, entre ellos mi hijo menor a quien le ha afectado la noticia de que uno de sus personajes favoritos estuviera envuelto en hechos que laceran la moral.

Le explique, con los términos acordes a su edad, todo lo que había pasado, evitando generalizar, no quiero que piense que todos los payasos son iguales, de hecho, estoy convencida de que es un caso particular.

Hay temas muy espinosos, pero imprescindibles de tratar, los padres debemos estar muy atentos a cada acción de nuestros hijos que pueda enviarnos alguna señal  para evitar peligros y situaciones. No sería justo en este momento cuestionar a los padres de los niños afectados, tampoco tengo ningún derecho ni voluntad de hacerlo, pero en mi posición de madre y ciudadana, no entiendo como a veces no nos queremos retirar la venda y enfrentar la situación, por más dolorosa que sea.

Generalmente, por un instinto natural, ante cualquier sospecha de amenaza, los padres nos adelantarnos al daño porque siempre estamos dispuestos a  defender a nuestros hijos.

A propósito de este reciente caso, en la Escuela para Padres del colegio donde estudia mi hijo, hicimos una dinámica para  entender que puede ser difícil pensar en nuestros hijos como seres que tienen sentimientos sexuales. Sin embargo, igual como tienen curiosidad por los aviones y muñecas, tendrán curiosidad por sus cuerpos y los cuerpos de otras personas. Aquí salió a relucir la importancia de que como padres, estemos preparados para ofrecer información sexual a nuestros hijos para ayudarlos prepararse para la vida.

A veces las creencias culturales hacen que sea difícil hablar de su desarrollo sexual y orientarlos sobre lo que es correcto. Para los padres es incómodo, aun así debemos hacerlo porque hablando con ellos sobre su espacio personal, sus límites, y la importancia de decir “no” ayudamos a protegerlos del abuso sexual.

Basta de silencio

El silencio es el cómplice perfecto del abuso sexual a niños. Da rabia pensar que después de tantos años de abusos y violaciones, después de tanto material encontrado en videos y fotografías, que cuentan por decenas la cantidad de niños que han sufrido abusos en el mundo, haya sido el silencio, en la mayoría de los casos, quien enmascara un daño que podía haberse frenado.

Siempre debemos actuar, aunque solo se trate de una sospecha. Si el bienestar de un niño está en riesgo confía en tu intuición y ten el valor de denunciar.

Ojalá que la justicia actúe contra este y otros casos similares que han acribillado la inocencia de los niños que, penosamente, han sido víctimas de abuso.