Claves para regalar juguetes el Día de los Reyes Magos
Cada seis de enero la tradición invita a entregar obsequios a los niños, quienes se convierten en los protagonistas de la temporada. Sin duda los juguetes son los preferidos y constituyen una fuente de estimulación durante el crecimiento del niño favoreciendo el desarrollo de las funciones psíquicas, físicas, afectivas y sociales, por lo que su elección debe ser bien pensada.
La psicóloga clínica y educativa Claudia Pimentel Brea, es la autora de este planteamiento y apunta que un juguete debe estar orientado a responder a los gustos de cada niño, sin embargo, esto no siempre es sencillo ya que, por lo regular, los niños sólo son capaces de expresar con conciencia sus deseos a partir de los tres años.
“Antes de elegir el obsequio debemos observar al infante. ¿Qué le llama su atención?, ¿qué le gusta hacer? o ¿a qué actividades dedica más tiempo? Identificar estos elementos ayudará a tomar una decisión que despierte sus intereses”.
Claudia Pimentel Brea
Para Pimentel es importante considerar las características de desarrollo correspondientes a la edad, pues esto favorecerá que el juguete no solo sea de su agrado, sino también acorde a sus niveles de competencias.
“Siempre es oportuno recordar que el trabajo del niño es el juego, jugando adquiere la mayoría de conocimientos y destrezas, especialmente en edades tempranas, por ende, se le debe permitir jugar todos los días como herramienta clave para su desarrollo integral”, sostiene la terapeuta psicopedagógica.
Explica que los juguetes también establecen una base para el ajuste y desarrollo psicosocial del niño, esto incluye la personalidad y las habilidades de integración social. “Hay que recordar que en la personalidad inciden tanto factores biológicos como ambientales, y que se construye a lo largo de la vida”.
Datos para recordar
La experta sostiene que existen tres períodos claves en el desarrollo del niño:
Desde los 18 meses adquiere autoconciencia, es capaz de saberse como un ser independiente de su madre. Ya hacia los dos años lo demuestra con una fuerte demanda de autonomía. Por ende, se deben elegir juguetes que refuercen estas características a través de la dramatización.
De dos a siete años el niño construye un concepto de sí mismo, elegirá con alta determinación los juegos que respondan a sus intereses de una manera consciente. A los tres años los niños comienzan el proceso de identidad de género, esto hace que sus intereses se vean influenciados por los patrones de género presentes y aceptados en su entorno. Es de suma importancia evitar limitar la elección de un juego a los modelos de género establecidos socioculturalmente, al fin de cuentas los juegos, al igual que los colores, los deportes o la diversión, no tienen sexo definido; ante todo se debe permitir al niño decidir.
Ya hacia los ocho años se puede tener una idea bastante clara de qué cualidades caracterizarán la personalidad de un niño a lo largo de su vida. El juego no define su personalidad, es el niño quien con sus características propias decidirá el juguete.
Recomendaciones de la experta
De 0-18 meses los niños se encuentran en pleno apogeo de su sistema sensorial y motor, conocen e interactúan con el mundo mediante la exploración, por tanto, los juegos deben propiciar el descubrimiento. Contener sonidos, texturas, colores vivos y movimientos que favorezcan los procesos de percepción y las destrezas motoras de desplazamiento, por ejemplo: libros y aros sensoriales, instrumentos musicales, pelotas de tela o goma, caminadores interactivos (sonidos y formas preferiblemente de animales y figuras geométricas), aparatos con movimientos (trenes, carros, animales).
A partir de los 18 meses se debe incluir juegos que potencien el desarrollo cognitivo por lo que los juegos de encaje y los bloques son una excelente opción.
De 2-4 años inicia el juego simbólico, el niño disfruta imitar situaciones y actividades de la realidad, por tanto, los juegos deben responder a este nuevo interés: kit de médicos, cocinita chef, vehículos de servicios (bomberos, policía, granjero, etc.) Además, se deben tomar en cuenta juguetes que representen a sus personajes favoritos.
A partir de los cinco años el desarrollo de las habilidades cognitivas se maximiza por lo que los juegos didácticos son la opción ideal, por ejemplo: pinturas y manualidades, cuentos, rompecabezas, juegos de suma y letras, entre otros. En esta etapa también es bueno introducir los deportes, los niños se encuentran en el período sensible para las destrezas cinético-corporales. Agrega a la lista pelotas deportivas, jump ropes, aros, skateboards y patines.
A los siete años los niños integran la conciencia de reglas, inicia el interés por los juegos cooperativos y de competencia, algunas recomendaciones serían los juegos de mesas y juegos deportivos colaborativos. Ya a partir de los 8-9 años se pueden integrar los juegos electrónicos, pero por períodos inferiores a dos horas diarias y con supervisión de un adulto.
Enfoque
La psicóloga clínica y educativa
Claudia Pimentel Brea
Pimentel Brea agrega que no se debe ser excesivo con el número de regalos que se otorga a los niños, los niños hiperregalados suelen tener dificultades para regular sus motivaciones e intereses a largo plazo, por tanto, es importante que reciba la cantidad justa que le permita valorar el juego, disfrutarlo y aprovecharlo.
La psicóloga clínica y educativa sostiene que el número exacto dependerá de la función del juego. “Existen cuatro tipos de juegos que el niño debe recibir: Un juego simbólico que permita representar la realidad; uno significativo que le permita vivir experiencias novedosas; activo que le permita realizar alguna acción (física o intelectual); y un juego placentero cuya función es únicamente la de divertir. Hay juegos que cumplen más de una función, es cuestión de elegir sabiamente”, concluye la especialista.