El Covid-19 marca un antes y un después en la industria de la moda

A corto plazo. ¿Cambiará la manera de entender la moda? ¿Se replanteará la forma de producir, de consumir? ¿Qué veremos en las pasarelas? Sin duda el coronavirus está poniendo a prueba la creatividad del sector, a gran escala.

Son muchas las preguntas obligadas a plantearse en el contexto de la pandemia que afecta el mundo. De alguna manera se está intentando descifrar cómo aquejará esta situación los diversos sectores comerciales. La industria de la moda no es la excepción.

Quizá estemos frente a la puerta de un cambio de paradigma, una etapa que posiblemente traerá consigo formatos de producción e ideas nuevas. Pero, ¿quién mejor que una crítica de moda para predecir el futuro del sector? Al fin y al cabo, son los expertos quienes tienen la capacidad de hacer conjeturas sobre los aspectos en los que se materializarán las consecuencias del coronavirus.

La educadora y diseñadora de moda Anny Abate, reflexiona sobre el tema:  “En 1947, cuando Christian Dior le dio vida, opulencia y holgura a la silueta femenina acentuando la cintura y desplegando un lienzo de tela que lo hizo célebre,  la manifestación visual de la moda anunció que la escasez había terminado. Desde esos días, hasta hace poco, la moda estuvo de fiesta. Ahora hacemos un alto para analizar dónde estamos y hacia dónde vamos. Frente a un panorama incierto con necesidades evidentes, debemos dar respuesta”.

Abate entiende que como parte del proceso creativo la moda debe asumir el hoy como el nuevo reto del mañana. “Los grandes creadores están para ofrecer soluciones a lo inimaginable. En el futuro cercano debemos proveer protección en la propuesta estética de la indumentaria”.

Agrega que las grandes casas de moda han sido empáticas con la crisis sanitaria, y han ofrecido sus instalaciones al servicio de la línea de combate frente al Covid-19, demostrando su solidaridad de cara a la gran necesidad del momento, en el que el concepto protección parece ser la insignia que detone la creatividad.

Para Abate la  estética y la protección deben acoplarse a las diferentes actividades en las que nos desenvolvemos. “Ya no es solo cómo me veo, más bien es, cómo me siento. La ropa será nuestra protección no nuestra exhibición”, sostiene la experta.

 

Futuro cercano

Anny Abate defiende su posición sobre la moda y la necesidad de enfocarse en una producción nacional que provea lo que necesita el mercado, para evitar que los consumidores se trasladen a otras esferas de ofertas. “El reto es ofrecer respuestas responsables y éticas, sumando comodidad, frescura y practicidad, en una evolución de las piezas básicas. Es hora de volver al corazón de nuestras raíces, resurgir, dar vida y continuidad a lo que nos acerca a nosotros mismos, consumiendo lo que hacemos y apoyando lo que somos”, concluye la diseñadora y critica de moda.