Mis claves personales para ser feliz
Desde 2013 las Naciones Unidas celebran cada 20 de marzo el Día Internacional de la Felicidad para crear consciencia de la relevancia del bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos, y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
La resolución reconoce, además, la necesidad de que se aplique al crecimiento económico un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado, que promueva el desarrollo sostenible.
Pero a pesar de lo mucho que pueden contribuir otras personas para generar un estado de equilibrio, la felicidad es individual y poco tiene que ver con situaciones externas o con terceras personas. Es un estado de bienestar y plenitud en el que nuestro cuerpo y mente se encuentran en equilibrio.
El camino debes recorrerlo solo y este viaje fascinante inicia en el interior del ser humano, cuando empiezas a reconocer cuáles son tus prioridades, esas personas, acciones y gestos que te hacen sentir en paz. Para algunas personas la felicidad es parte de su estilo de vida, efímero para otros, y para unos cuantos casi inalcanzable.
Hace muchos años empecé este viaje y aquí te comparto seis acciones que he incorporado a mi vida y que me hacen muy feliz:
Vivir el presente. Aprendí a dejar el pasado en el pasado y a no tener expectativas con el futuro. Autocastigarnos por un suceso que no podemos cambiar o llenar nuestra vida de estrés por un futuro incierto, solo logra amargar el presente. Con la pandemia entendí que lo único real es el momento en el que estamos ahora.
Rodearme de personas positivas, buenas noticias, familia que me ama, amigos que me apoyan y de alimentos y hábitos saludables. Es difícil entender que no todos los que están a tu lado esperan lo mejor de ti, ni desean a sinceridad lo mejor para ti. Hay personas que atrasan, que te roban energía, que irradian negatividad y que no pierden oportunidad para lastimarte. Elegir alejarlas de nuestro circulo o poner límites a esa relación, es una decisión sabia. A veces difícil, pero siempre beneficiosa.
Nada dura para siempre. Cuando logras interiorizar que todas las emociones son pasajeras empiezas a dejar que la vida fluya. Existen momentos buenos y no tan buenos, pero ninguno será para siempre. Te invito a disfrutar los buenos y a aprender de los que llegan a tu vida con la única intención de dejar una lección.
Un poco de ejercicio físico. No es negociable mi caminata matutina. El movimiento activo afecta los químicos cerebrales encargados de liberar endorfinas (hormonas de la felicidad). Haz de tu salud la prioridad, separar un tiempo para ti, contigo, para cuidarte, es la mejor terapia para quererse.
Hice las paces con el Sol. Por años escuché que los rayos del sol podrían llenar mi rostro de arrugas… pero si ese es un proceso natural, no hay que temer, solo tomar las precauciones de cuidado de la piel que recomiendan los especialistas, y no abusar. Con solo cinco minutos diarios de sol te llenas de energía. La serotonina también es estimulada cuando estamos expuestos al sol, siendo capaz, además, de reforzar nuestro sistema inmunológico y nuestras sensaciones de calma y bienestar.
Respetar la voluntad de los demás es otra actitud que me hace feliz es. Nadie es buena o mala persona solo porque no está de acuerdo con mis planteamientos. La forma de pensar y reaccionar ante las situaciones que nos presenta la vida, mucho tiene que ver con experiencias pasadas, crianza, valores, amor propio… No juzgar las decisiones ajenas es un antídoto recomendado para ser feliz. Al final, la consciencia, como la felicidad, es individual.