Decisiones difíciles: El triste momento de decir adiós a tu mascota
Cada tarde, cuando Pablo volvía del trabajo, su gato Juanco salía a recibirlo. Él lo estrujaba entre sus brazos y lo colmaba de mimos. Un día, Pablo llegó a casa y Juanco no estaba en la puerta. Su esposa le dijo que un vehículo lo había arrollado.
Lamentablemente, como cualquier otro ser vivo las mascotas no pueden acompañarnos para siempre. Algunas se mueren de viejas, otras a consecuencia de una enfermedad o un accidente.
El fallecimiento de ese amigo fiel, fuente inagotable de alegría y amor, es una vivencia que tarde o temprano se debe enfrentar, y que puede causar un trastorno emocional si no se toman las precauciones debidas. No importa si el amo es un niño, joven o adulto, el dolor es igual.
En ese triste momento estamos obligados a despedirlos con cariño. En República Dominicana básicamente existen dos alternativas: entierro o incineración.
“Nosotros sabemos que las mascotas son un miembro de la familia, porque son protagonistas de momentos especiales. Cuando nos dejan, esas vivencias se convierten en recuerdos que queremos mantener para siempre”.
Jesús Arredondo, director de negocios del Grupo Blandino.
A través de Pets Forever By Blandino, la empresa ofrece el servicio de incineración de mascotas, hasta hace algunos años poco común en el país, y a través del cual las familias tienen la posibilidad de conservar las cenizas de su mascota en un espacio especial del hogar.
“El proceso consiste en la búsqueda del cuerpo en casa o veterinaria, asesoramiento y acompañamiento durante la espera para la entrega de las cenizas, depósito del recuerdo de la mascota en una urna, entrega de urna, certificado de Cremación y el poema Rainbow Bridge. Cada detalle realizado con respeto a la dignidad y amor”, dice Arredondo.
Una morada digna
En el 2012 abre sus puertas el cementerio de mascotas de Funeraria Parque del Prado, en su camposanto en el municipio Guerra, provincia Santo Domingo. Allí, las familias cuentan con un espacio para despedir a sus mascotas en un ambiente solemne.
El servicio incluye, además del velatorio, la recogida de la mascota, un ataúd ecológico o de caoba y la realización de una ceremonia de 30 minutos. Las lápidas incluyen nombre, fecha de nacimiento y fecha de fallecimiento del animal.