El mágico vínculo entre humanos y mascotas
Antes de que Kira llegara a la casa de la familia González Medina, tener una mascota era un tema impensable para ellos. Hasta que su hijo, preadolescente, vivió situaciones difíciles en el colegio y se vio obligado a repetir el año escolar, en otro centro, lejos de sus amigos de siempre.
Curiosamente la psicóloga, luego de varias terapias tenía lista la receta para ayudar al joven a superar la situación de tristeza en la que se estaba envolviendo: obsequiarle una mascota.
“Los animales tienen la capacidad de mitigar sentimientos que los seres humanos valoramos como negativos, además de ofrecer su acompañamiento y amor incondicional, por lo que, -explicó la psicóloga a los padres- el involucramiento de su hijo con una mascota puede evitar que llegue a la depresión”.
Kathelyn Batista Grullón, presidente de Terapia de Amor, explica que uno de los principales beneficios de que un joven tenga mascota, es el aumento de la autoestima.
“La relación que se construye entre un niño o niña y su mascota, puede llegar a ser tan estrecha que los hace sentir queridos y valorados; al tiempo que fortalece la personalidad y la autoestima y los enseña a saber estar solo, a cuidarse, a respetarse a sí mismo y a sentir satisfacción ante los pequeños detalles”.
Kathelyn Batista Grullón
Numerosos estudios sostienen que un animal de compañía, además fomenta el sentido de la responsabilidad y ayuda a interaccionar con otras personas.
Otras ventajas son más obvias, como evitar el sentimiento de soledad. Y precisamente esa sensación sintió Yovanny Andújar, cuando en la etapa de la cuarentena su esposa no pudo regresar al país en el tiempo estimado, y Choé llegó a su casa.
“El cariño, el apoyo y la lealtad de esa perrita, y su alegría cuando llego a casa para reclamar atención para jugar, me hace sentir querido”, confiesa quien ha convertido la cachorrita un miembro más de su familia.
Amor que cura y enseña
En la actualidad, mascotas como los perros participan en intervenciones asistidas con animales, que consisten en la incorporación de un animal a un proceso terapéutico o educativo como complemento al mismo y que se desarrolla de forma multidisciplinar.
Kathelyn Batista Grullón, quien también es técnico en intervenciones asistidas con animales y adiestradora canina, sostiene que las personas que durante su niñez han tenido contacto con un animal de compañía, aprenden valores como la compasión y la empatía, los cuales son importantes para mantener una relación interpersonal positiva.
“La relación con los perros ejerce como estabilizador de la conducta infantil, contribuye a fomentar la alegría, y a disminuir los miedos que son normales en la infancia. Un gran porcentaje de niños asocian al perro o gato con su compañero de actividades y juegos e incluso los prefieren antes que a los videojuegos”, dice Batista.
La especialista cita que el bienestar que aportan las mascotas también se refleja en la salud. “El simple acto de abrazar o acariciar al perro regula la presión arterial y el ritmo cardíaco. Reduce las afecciones psicosomáticas producidas por fuertes emociones como: la ansiedad, la agresividad, los dolores de cabeza o abdominal, problemas cutáneos y alteraciones del ritmo alimenticio».
Claves para elegir el nuevo miembro de la familia
Kathelyn Batista Grullón
Edad: Hay padres que compran el cachorro cuando los niños aún no tienen edad suficiente para asumir la responsabilidad que conlleva el animal, tales como: rutinas de ejercicios, adiestramiento, alimentación, entre otros. En mi experiencia personal la edad mínima en la que un niño puede asumir la responsabilidad es a partir de los nueve años.
Raza: Este es uno de los principales factores que inciden en que se regalen muchas mascotas en nuestra sociedad. El 90% de las personas compran o adoptan una mascota tomando en consideración la parte física, es decir valorando solamente la estética del animal sin investigar previamente las necesidades de la raza. Labrador Retriever, Golden Retriever, Boxer, Beagle, Poodle, Goldendoodle, son ideales para la familia.
Compromiso: Los perros pueden durar de 10 hasta 16 años de vida, al momento de tomar esta decisión debe hacerse de manera consciente porque tendrán que asumir retos de salud, alimentación y cuidados.
Disposición de tiempo: Todos los perros sin importar edad, raza o tamaño tienen necesidades fisiológicas y cognitivas que debe cumplirse en su diario vivir. La familia debe disponer del tiempo durante el día para dedicarle a la mascota, en especial a los cachorros que son más demandantes.