¡Que la Nochebuena sea realmente una noche buena!
La Nochebuena es ideal para recibir en casa a la familia, y cada persona es libre de decidir qué presentar esa noche. Pero antes de comenzar a abrir el armario con la intención de «impresionar», cabe preguntarse: ¿Es necesario utilizar todas las piezas y vajillas que tenemos guardada?
Recordemos que el secreto de un buen anfitrión es facilitar las cosas, no examinar sobre la pericia de los invitados y lucir «lo mucho que tenemos».
La preparación de una mesa que siga las normas de etiqueta, va más allá de colocar correctamente la cubertería y la cristalería. Se trata de pensar en cada detalle que hará que los invitados recuerden esa noche como algo agradable.
La experiencia comienza cuando invitamos con un gesto amable para que nos acompañen, decoramos la casa y elegimos el menú teniendo en cuenta alergias, intolerancias o restricciones alimentarias por embarazo o alguna creencia.
Elige para cada persona un lugar adecuado en la mesa. Propiciemos una conversación cordial y olvidemos cualquier situación pasada; recibe con un abrazo, no importa cuánto tiempo haya pasado desde la última vez que viste a ese familiar o amigo, no etiquetemos al sobrino que está mal en la universidad; tiene un tatuaje o ha decidido ser soltero.
Te invito a vivir la verdadera esencia de la Navidad y a ser conscientes de la bendición que significa tener una familia sana y unida. ¡Felices fiestas!