¿Qué sabes sobre el uso de un podio?
Cuando hablamos de eventos corporativos existe un elemento de la escenografía que se convierte en un símbolo, es el podio o atril, que tiene un rol protagónico por la solemnidad que su uso impregna a la ceremonia, siendo un referente en los eventos institucionales o de máxima formalidad tanto a nivel público como privado.
Muchas cosas parecen obvias e cuanto al tema, pero no sobra repasar algunos puntos:
El atril o podio comunica por sí mismo un mensaje, por lo que la elección del tipo a utilizar debe ser cuidadosamente pensada para que guarde coherencia con los demás elementos del montaje del evento y con la esencia de la institución.
Su utilización supone a su vez la transmisión de un mensaje importante, por lo que quienes se dirijan al público deben tener claro lo que van a transmitir. Algunas personas consideran que puede convertirse en un muro entre la audiencia y el interlocutor, y prefieren eliminarlo para dar una imagen más cercana. Aquí será importante tomar la decisión basados en el dominio escénico de quien tenga la responsabilidad de dirigirse al público y el tipo de evento a desarrollar.
El optar por un atril, como el no optar por su uso, son dos opciones correctas. Potencializar el mensaje a través del lenguaje no verbal dependerá de quien hablará al público. Mi opinión es que un podio aporta valor a la formalidad del evento, y contribuye a fortalecer el sentido de las palabras que desde allí se comparten. Además, enfoca un punto de atención que disminuye la distracción de los invitados.
Ayuda a quienes lo utilizan a sentirse cómodos y seguros, ya que pueden apoyarse con tranquilidad en los documentos si llevan su discurso escrito. Las nuevas tendencias incluyen el uso de los teleprompters, pero siempre es recomendable también tener impreso el documento. El uso de un atril no es retroceder en el tiempo, también se puede innovar y proyectar la creatividad en el diseño.
Para la elección debe tomarse en cuenta la estatura de quien lo va a utilizar para colocar el micrófono de forma adecuada. El podio va siempre al lado derecho de la mesa de honor, vista desde el escenario será la izquierda. En casos especiales puede estar del lado contrario, no pasa nada.
Las nuevas tendencias de organización de eventos corporativos plantean la opción de colocar dos atriles, uno a cada lado del escenario. De esta manera el moderador o maestro de ceremonia no tiene que retirarse para dar paso a los protagonistas, sino que estos comparten su discurso desde otro podio. Esto impregna movimiento al acto protocolar.
Ahh, la escalera para acceder al podio debe estar colocada lo más cercana posible al mismo, no es necesario tener que transitar de extremo a extremo de la tarima.